Aunque la estructura de la cara ayuda a proteger nuestros ojos de lesiones, éstas son más que posibles y algunas, lo suficientemente importantes como para provocar pérdida de visión. Los niños son el grupo más propenso a padecerlas. Según la National Society to Prevent Blindness (Sociedad Nacional para la Prevención de la Ceguera) cerca de la tercera parte de la pérdida de visión en los niños menores de 10 años se debe a lesiones oculares.

Prevención para evitar la pérdida de visión

Las lesiones oculares pueden ser serias, comprometer a distintas partes del ojo y bastante dolorosas. Las lesiones causadas por un traumatismo al practicar deportes como el hockey, tiro con arco, dardos o béisbol, por ejemplo, son muy frecuentes. Las sustancias químicas, los juguetes o, incluso, las uñas, también pueden ser causantes de daños. La mayoría, se pueden prevenir protegiendo nuestros ojos con las herramientas adecuadas. No lo olvides…

Tipos de lesiones oculares

El tipo más común de lesión ocurre cuando algo irrita la superficie externa del ojo. Ciertos trabajos como los empleos en la industria o algunos pasatiempos como la carpintería aumentan las posibilidades de presentar estas lesiones. A pesar de que la mayor parte de estas lesiones son de poca importancia, algunas (como la perforación de la córnea o el desarrollo de una infección a partir de un corte o un rasguño en la córnea) pueden ser graves.

Quizás la causa más común de lesiones superficiales son las lentes de contacto. Las lentes mal colocadas, utilizadas durante demasiado tiempo sobre los ojos, su utilización durante el sueño, una esterilización inadecuada, el hecho de retirarlas por la fuerza o de manera incorrecta, pueden arañar la superficie del ojo. Otras causas de lesiones superficiales son las partículas de vidrio, las que lleva el viento, las ramas de los árboles y los escombros cuando caen. En ciertas ocupaciones, los trabajadores suelen estar rodeados de pequeñas partículas que vuelan a su alrededor; estas personas deberían utilizar gafas protectoras.

-Abrasiones de la córnea: es un rasguño o lastimadura en la córnea, la superficie transparente, con forma de cúpula que cubre el frente del ojo. Estas lesiones son muy frecuentes en los niños. Las abrasiones de la córnea pueden deberse a muchas causas. Las más frecuentes son un cuerpo extraño en el ojo (como partículas de tierra, piedrecitas, insectos); un rasguño con un juguete o una uña; también las lentes de contacto pueden jugarnos malas pasadas.

-Quemaduras por sustancias químicas: se producen cuando una sustancia química de cualquier tipo entra en contacto con los ojos. Las quemaduras por sustancias químicas son una emergencia médica y requieren de atención médica inmediata. Si estas quemaduras no se tratan de inmediato y en la forma correcta pueden causar pérdida de la visión e incluso del ojo. Los productos de limpieza para el hogar son una causa frecuente de este tipo de lesión.

-Hipema: la acumulación de sangre en la cámara anterior (frontal) del ojo. La cámara anterior es la sección frontal del interior del ojo por donde el líquido entra y sale para nutrir al ojo y los tejidos vecinos. La causa más frecuente de hipema es un traumatismo en el ojo. El globo ocular se ve cubierto de sangre. También es una emergencia médica que requiere atención inmediata.

-Equimosis: la equimosis, conocida popularmente como “ojo morado”, suele deberse a algún tipo de traumatismo en el ojo que hace que el tejido que lo rodea se ponga morado. El médico examinará detenidamente el ojo de su niño para comprobar que no haya ninguna lesión.

-Fracturas de la órbita: la rotura de uno o más de los huesos que rodean al ojo se conoce como fractura orbitaria. La órbita es la estructura ósea que rodea al ojo. Las fracturas orbitarias suelen ocurrir después de un traumatismo o un golpe en la cara. De acuerdo con su ubicación, la fractura puede asociarse con lesión y daño severo en el ojo.

-Laceraciones del párpado: son cortes en el párpado causados por un traumatismo. Un cuerpo extraño es cualquier objeto que está en el ojo y que no debería estar allí. Puede estar en la conjuntiva (una membrana delgada que cubre el ojo) o en la córnea (la superficie transparente, con forma de cúpula que cubre el frente del ojo).

Síntomas

Generalmente se da dolor y sensación de que hay algo dentro del ojo. Puede producirse sensibilidad a la luz, enrojecimiento, hemorragia de los vasos del ojo o hinchazón del ojo y del párpado. La visión puede volverse borrosa.

Consejos de prevención

-Evita las distracciones cuando estás desarrollando alguna tarea que requiera de algún instrumento o producto que podría dañar tus ojos.

-Utiliza gafas de seguridad, gafas protectoras, gafas de sol o gafas deportivas (dependiendo de los casos y la situación).

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