Se va el verano y llega el otoño. El cuerpo sufre cambios ya que tiene que adaptarse a la bajada de temperaturas y a los nuevos hábitos de vida.

Durante los meses fríos las actividades al aire libre suelen disminuir y aumentan los momentos en casa o en sitios cerrados. Destinamos más tiempo a utilizar el ordenador y a ver la televisión por lo que, a la larga, estas situaciones afectan a la salud ocular.

Síntomas de las alergias

Otoño suele ser sinónimo de alergias, resfriados, gripes y otras enfermedades que terminan afectando a los ojos. Éstos se resienten, a causa de la proliferación de sustancias que causan reacciones alérgicas, y aparecen molestias como el enrojecimiento, la hinchazón o la conjuntivitis. Existen otros alérgenos como los pelos de los animales domésticos, los ácaros, la suciedad y el moho en los ambientes húmedos que pueden provocar daños visuales.

Estas situaciones pueden evitarse si se llevan a cabo ciertas prácticas:

  1. Protege tus ojos de los rayos ultravioleta con gafas de sol.
  2. Utiliza gotas específicas según la dolencia que sufras. Por ejemplo, gotas humectantes para hidratar los ojos irritados y para el cansancio visual o colirios  para los ojos enrojecidos expuestos al humo.
  3. Lávate las manos antes de tocarte la cara y evita el contacto directo con los ojos.
  4. Elige una iluminación suave y sin reflejos.
  5. Realiza ejercicios visuales para relajar los ojos en caso de trabajar muchas horas frente al ordenador.

 

Fatiga visual

Puede parecer sorprendente pero la alimentación también influye en la salud ocular. Hay productos que te ayudarán a mantener unos ojos sanos y a disminuir el riesgo de padecer enfermedades asociadas a la edad, como las cataratas o la degeneración macular: verdura de hoja verde, espinaca, col, peces de agua fría (atún, bacalao y sardinas), huevos, alcaparras, cebolla, fruta, soja, arándanos, uvas, nueces y aceite de oliva virgen.

¡Así que ya lo sabes, haz un cambio en tu estilo de vida y empieza a cuidar tus ojitos! 🙂

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