En verano, son muchas las personas que, por comodidad y estética, optan por las lentes de contacto para ir a la playa, a la piscina o en una glamurosa cena. Si este es tu caso es importante que adoptes unas rutinas para prevenir lesiones e imperfecciones y mantener tus lentes en buenas condiciones:
1. Lávate y sécate bien las manos antes de manipular los lentes. Intenta evitar utilizar jabones perfumados o aceitosos que podrían crear una capa en las lentes e irritar los ojos.
2. No las enjuagues con agua ni con saliva, ya que contienen bacterias que podrían causarte infecciones peligrosas.
3. Utiliza la solución líquida que te recomienda tu oftalmólogo para limpiar tus lentillas.
4. Limita el contacto de las lentes con el agua. Quítatelas para nadar o tomar una ducha caliente.
5. Ponte las lentes después de maquillarte para que no entren partículas de cosméticos que pueden irritar el ojo.
6. Cada vez que te quites los lentes, lávalos bien con la solución especial, si no son desechables).
7. Mantén limpio el estuche donde guardas las lentes. Lávalo con la solución especial y déjalos vacíos y abiertos para que se sequen al aire.
8. Remplaza los lentes cuando te indique el especialista.
9. Revista tus ojos y lentes de forma periódica, para evitar lastimar la córnea.
10. No uses gotas para los ojos cuando lleves puestas las lentillas.
Otra indicación que debes tener en cuenta es quitarte las lentillas antes de ir a dormir. También ten en cuenta que si tienes infecciones frecuentes en los ojos, alergias severas, ojos secos o trabajas en un lugar polvoriento, te recomendamos no usar lentes de contacto. En esos casos, habla con tu oftalmólogo (el médico especializado en la vista) sobre otras opciones para disfrutar de una buena visión, de manera cómoda y segura.