La ambliopía (ojo vago) es una condición visual en la que ciertas neuronas del sistema visual de uno o de ambos ojos (menos frecuente) no se han desarrollado con normalidad, sin que el origen resuda en ninguna patología ocular.

Clínicamente, la ambliopía u ojo vago se diagnostica por exclusión, cuando el ojo, con su ametropía corregida con gafas o lentes de contacto, solamente puede alcanzar una agudeza visual (AV) igual o menor de 0,67, o cuando, entre los dos ojos, existe una diferencia de AV de 2 líneas con respecto del optotipo de AV estándar.

Causas y síntomas de la ambliopía (ojo vago)
Esta condición visual adversa afecta entre a un 1% y un 5% de la población mundial.

Causas de la ambliopía en los niños

La ambliopía se origina cuando las células cerebrales que se encargan de la visión del ojo, no se desarrollan por falta de uso. También puede ser causada por algunos defectos visuales como la miopía, astigmatismo e hipermetropía, que no fueron diagnosticados, a tiempo, durante la niñez. Puede llevar a que se reduzca la vista en un ojo que no se usa suficientemente en los primeros años de la infancia. La ambliopía afecta a 2 ó 3 de cada 100 niños. Sin tratamiento, eventualmente puede causar ceguera en el ojo que se usa poco.

Esta pérdida de visión puede ser desarrollada en:

1.  Portadores de estrabismo de aparición temprana: la causa más frecuente de la ambliopía es la desalineación de los ojos o bizquera. Cuando los ojos de un niño no están alineados en forma apropiada, el cerebro no presta atención a un ojo para evitar la vista doble.
2.  Portadores de catarata: la ambliopía provocada por cataratas (opacidad en el tejido del ojo) es menos frecuente pero más severa. Se debe tratar en los primeros 2 meses de vida.
3.  Portadores de problemas de graduación elevados, principalmente los que combinan astigmatismo e hipermetropía: la ambliopía también puede producirse cuando un ojo ve mejor que el otro, por ejemplo, cuando uno de los ojos es muy miope. Se usa el ojo más fuerte con más frecuencia que el ojo débil y, eventualmente, el ojo fuerte se hace cargo completamente y el ojo débil deja de trabajar.
4.  Portadores de importantes diferencias de graduación entre un ojo y el otro.
5.  Portadores de nistagmos, un tipo de movimiento constante e involuntario de vaivén, de ambos ojos.
6.  Portadores de alguna lesión microscópica.

TRATAMIENTO

El ojo vago se trata mediante gafas y oclusiones del ojo dominante (parches sobre el ojo con el que se ve bien) para forzar así la actividad del ojo afectado. Los parches deben ir siempre pegados sobre la piel y la cantidad de horas de oclusión dependerá de la edad del niño y de la diferencia de visión entre ambos ojos.

En el tratamiento del ojo vago hay que tener en cuenta que, si no se aplica en el momento adecuado del desarrollo del paciente, durante la llamada época de plasticidad cerebral (hasta los 7 años aproximadamente), la pérdida de visión será permanente e irreversible. Por el contrario, si el tratamiento se aplica en el momento correcto, la recuperación de la visión suele ser total en la gran mayoría de los casos.

RESULTADOS

El ojo vago se produce cuando uno de los dos ojos se utiliza menos que el otro como consecuencia de que el paciente padece estrabismo (cada ojo mira en una dirección) o cuando el paciente tiene una gran diferencia de graduación entre un ojo y otro (un ojo domina y el otro se deja de utilizar). Es muy importante corregir este defecto visual a tiempo, ya que se si deja pasar, el paciente puede llegar a perder completamente la visión del ojo que no utiliza. Los pacientes operados por esta dolencia suelen recuperar la visión totalmente y desarrollan su vida con normalidad.

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